12 de octubre de 2013

Retorno

Desde los tiempos de los espejitos por el oro, a la marihuana por el alfalfa, pasando por el maíz con arena y las armas inservibles, hasta los chocolates con cartitas de amor y, señores, estamos ganando la guerra, a las góndolas con las donaciones en oferta.

Desde el Rey al Papa móvil y desde el Virrey al Teniente General en Jefe del Ejército. 

Desde la conquista a la represión y desde la evangelización a la exclusión. Desde la indulgencia hasta la impunidad. Y desde el esclavo al preso y de la tribu a la villa. Desde la dote hasta la trata y de la gonorrea al vih. Desde las cadenas y los grilletes hasta el paco.

Del status quo al no te metas.

Del granero a Monsanto, y desde el granero al mundo en boleto sólo de ida en trenes cargados de oro, plata, uranio, cobre, cinc, plomo y negros.

Desde las regalías hasta las dietas. 

Desde los sobreprecios hasta la deuda imposible. De la cuota Hilton a los bonos. De la madera al petróleo y desde el arma a la escuela.  

Desde Dios hasta Superman. 
    
Desde el primer genocidio hasta el último. 

Desde un tiempo hasta esta parte, parece que las cosas han cambiado muy poco. Parece que todo sigue el curso de las formas y de las apariencias… de las vejaciones silenciosas. Pero desde esta parte a todos los tiempos del mundo descubrimos una verdad: No están muertos, están retornando, como retorna el agua al agua, que se expande y da vida, porque esa es la identidad: fluir, transformar, retornar. Dar vida a la vida.      


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