27 de septiembre de 2013

20


No quiero gritar. En ruidos no puedo pensar.
No voy a estar donde otros aturden sus miedos.
No voy obligarte que entiendas.
No voy convencerte del por qué. Ni rogar que me creas.

Entre tantos y tontos, el trajinar es lento.

Los analistas del ser lo que nunca fue
no miran a los ojos. No cagan verdades.

En el silencio abierto te voy a encontrar,
a la orilla del recuerdo, leyendo la historia.
Para desatar el destino hay que seguir el camino.

Errando y boyando, voy y vengo,
no es por la hora que llego tarde,
es por donde estoy cuando llega el momento.

Cuando el desencuentro es frustración,
el consuelo es confianza.
Andando y andando, un día,

nos volveremos ver. 

Escrito N° 20 de la obra Perdón y Gracias, Año 2011. 

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