24 de julio de 2013

No hace falta


No hace falta morir para volver a empezar.

No hace falta morir para tener otra oportunidad, ni hace falta morir para ver la verdad. 

No hace falta morir para amar, ni morir para ser amado otra vez.

No hace falta morir para sanar, ni morir para apagar la tristeza.

No hace falta morir para desaparecer.

No hace falta morir para que sepan quienes somos.

No hace falta morir para pagar deudas.

No hace falta morir para que nos ayuden ni para que nos escuchen. 

No hace falta morir para acompañar, ni hace falta morir para devolver la vida.



Hace falta vivir. Para todo, hace falta vivir. 

20 de julio de 2013

Mi viejo amigo


Hoy amanecí raro. Y lo más sensato que puedo decir, es que abrí los ojos un segundo antes de lo previsto. Podría haber sido un ruido lejano, pero lo dudo porque el silencio era total. Simplemente sucedió, que cuando tuve conciencia de estar despierto, ya tenía los ojos abiertos contemplando el techo de la habitación. Entonces me di cuenta que había algo extraño. Ese algo era Yo. Nunca me había despertado como obra de una simple apertura ocular o un levantamiento de párpados y nada más, mucho menos de cara al techo, como si me estuvieran velando. Me quedé en la misma posición unos segundos más para hacer contacto con el resto de mi cuerpo, empecé por los deditos de los pies, uno a uno fui moviéndolos, luego los tobillos, las rodillas, el osito de peluche, y así hasta asegurarme de que estaba entero y en condiciones operativas normales. Después prendí el celular y miré la hora. La hora no me importó. Era de madrugada y no había ningún motivo para alienarme de la cama, menos con el ´friazón´ que hacia afuera de las colchas. Tampoco me importaron los saludos del día del amigo que entraban al celular. Amigos o ´autollamados´ amigos, viejos caravaneros borrachos que me llenaron el buzón con mensajes de todo tipo que iban desde “si no venís al asado te vamos a romper el culo puto” o “amigo hermano del alma te cago amando loquito sos un amigazo” o “heee cabeza venite para acá ´ta lleno de gatos” Amigos de siempre, cada vez más desconocidos, más repetidos... Creo que ellos saludaban a un Yo viejo que ya no soy… y cavilando con la almohada esperé un poco más la luz del día. Esperé otro poco más. Otro poquito más. Finalmente me decidí y le mandé un mensaje a un desconocido de siempre cada vez más amigo y que casi nunca le escribo.
    
El mensaje decía: Te debo tanto amigo que no alcanzaría esta vida para darte las gracias. Feliz día del amigo, viejo. Te quiero mucho. Un Abrazo enorme, gigante!

Mi viejo todavía no contestó el mensaje. Puede ser que le haya dado un infarto leer que lo quiero mucho, pero mi hermana me hubiera llamado. Tal vez pensó que andaba borracho por ahí y que me pintó la melancolía, o quizás todavía no haya visto que tiene un mensaje nuevo sin leer. Como sea, hoy amanecí raro.             


16 de julio de 2013

Cadena de regalos

Los regalos no se regalan. Me reta mi vieja. Los regalos si se regalan. Desreto a mi vieja. Al menos yo, siempre regalé mis regalos. Cada vez que recibí un regalo, por el motivo que sea y de quien sea, siempre lo guardé para volver a regalarlo en la primera oportunidad que se presentara. Así, pensé desde chico y contra todos los reproches que me hacían por regalar lo que había sido pensado para mí, que iba a formar una cadena de regalos universal. Hasta ahora no dio resultado porque ningún regalo retornó a mis manos. Pero no pierdo la esperanza. Al contrario, doble o nada. 

Celebrando el día Amigo decidí regalar un ejemplar de mí libro Los Choripas con la única condición de que el que lo gane, lo lea y lo regale, pero antes de regalarlo lo endose con su firma y la fecha. Sueño que un día ese libro retorne a casa todo deshojado, arrugado, manchado con mate o vino y repleto de firmas y fechas. 

Imaginarlo ya me hace felíz y me llena la imaginación de cosas y episodios muy graciosos. 

El libro lo voy a sortear el Sábado 20/07 entre todos aquellos que se animen a publicar cualquier huevada y/o pavada en mi muro diciendo que quieren el libro. La consigna es muy fácil: Pueden postear lo que se les de la gana. 

Para aquellos que no estén en Córdoba o en Argentina, no se preocupen, participen igual, yo les garantizo que el libro llega a cualquier lado, porque la amistad no conoce de fronteras. Consideren éste, un regalo para regalar.

Para publicar pavadas en mi muro, apretar acá: limoncito regalón 

Los espero, no sean vagos. 

Amigos son los huevos

Amigos son los huevos, y se viven pegando. Sabe decir mi Nona. Yo creo que de algún modo tiene razón. Los huevos, como los amigos nunca se separan (al menos voluntariamente) y es verdad que se viven pegando. Pero la idea de mi nona peca de machista. Bien podrían ser amigos las tetas y todavía mucho más delicadas que andar a los golpes. No sé, pensándolo bien, siento que la amistad no es una cuestión de sexos, es más bien un asunto de almas. 

15 de julio de 2013

Semana dedicada

Hace un par de años que prescindí de festejar los días que se han vuelto obsesivamente comerciales, sea el de la madre, el del padre, de la patria o de la poronga. No me importan. Aunque, y aclaro esto antes de que salte algún pavo a decir que el día de la madre es todos los días o pelotudeces afines, si celebro, con admiración y profundo amor la vida en si misma, en todo y cada instante que puedo y comprendo. Ahora, también es cierto y lo digo, que tengo un día al que no renuncio a festejar pese a su comercialización. (Me chupa un huevo mis contradicciones, son mías) y ese día es el día del amigo. Fecha que me sensibiliza hasta los pelitos más enruladitos que tengo. Por ello, esta semana será dedicada a la amistad, hasta el hartazgo. Voy a compartir frases, anécdotas, fotos y regalos, hasta que algún buen amigo pague el asado. Muchas felicidades a todos y espero que se emocionen y lloren como borrachos.  Por una mera cuestión practica, la mayoría de las fotos y comentarios van a pasar primero por mi muro de los flagelos en feibus, al que pueden acceder sin necesidad de que me acepten como amigos, pero dado que vamos a festejar la amistad, no estaría de más hacerlo. Acá pueden espiar mi muro: ir a la casa del limoncito  Vengan, pasen, está abierto. 

A divertirse!