El año pasado viví la inmensa dicha de hacer radio. Me reí y nos reímos hasta mearnos. También, atravesamos momentos que nos erizaron los pelitos de la nariz, pero los instantes de risa fueron mayoría. Hasta que un día, se me atoró la vaca. Otra vez la vaca caprichosa no quiere ser feliz, mucho campo abierto la asusta, prefiere el matadero, donde hay muchas como ella. Para este año había descartado la posibilidad de reírme tanto, y dejé de darle vueltas al asunto, suficiente con no ir al matadero. El matadero sigue ahí, el campo también y yo, normal. Ahí me estacioné en punto muerto. Pero una tarde, la vaca se echó entre la bosta a dormir la siesta, ver la vaca echada fue la ficha que me cayó: el punto muerto de lo normal es lo mismo que el matadero. Después se me cayó un casino en la cabeza y, después del después, que siempre es ahora, me encuentra en el campo, hoy, a las 20 en el programa La posibilidad de una isla que sale por el dial para el pueblo de Villa Giardino 94.7 fm y por internet para el mundo en www.radiominga.blogspot.com La isla es de Guille, tipo piola sin distancias que naufraga en el mejor jazz del mundo, la posibilidad de meter bocadillos, es mía y es de todos. Hoy estamos en el campo, meándonos de la risa, háganse presentes que hay lugar para todos.
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