Cuando le
preguntaron si aceptaba la responsabilidad de guiar al pueblo de Dios, cerró
sus ojos antes de contestar, su corazón estaba dándole la respuesta, luego, observó
la sala y a cada uno los cardenales presentes hasta que encontró el rostro que
buscaba, se puso de pie en silencio y muy pausadamente caminó hasta el centro
del cónclave quedando más cerca de su hermano brasilero, recién
entonces se pronunció con una pasión desagarrada:
-Sí! Sí! Sí!
ACEPTO, ACEPTO, tomááá, para vos! NO
EXISTIS, NO_EXIS_TIS_PECHO_FRIO_VIGILANTE.
Luego se
arrodilló y levantó una mano al cielo, y con la otra en su pecho tomó el
crucifijo que le colgaba del cuello y empezó a besarlo hasta quebrar en un
emotivo llanto de alegría. Los prelados miraban atónitos la congoja del nuevo
prior; pocos segundos después, el silencio conventual descendió hasta el sacro
santo piso donde estaba tirado en un mar de lágrimas y se pudo oír las plegarias
de agradecimiento que recitaba el padre entre llantos y mocos:
-oohh viejita querida gracias por darme la
vida, oohh, gracias, gracias, mi iglesia querida por tantas emociones, ooohh
iglesia querida yo te sigo a todas partes no me importa en qué templo esté
siempre voy con vos, yo te sigo a todos lados…
–¿Está cantando?
Preguntó el obispo encargado de encender el fuego de la chimenea. –No, -contestó
el que alcanzaba las papeletas- esa es la famosa tonadita argentina…
Los minutos
posteriores al avistaje de la fumata blanca, el mundo se sumió en un hondo
silencio, palpitó de intriga y por un segundo en la historia de la humanidad, todas
las personas sin distinción de raza, rezo o credo se unieron en un fraternal y profundo
deseo que brotaba de los corazones : que no sea
el negro, que no sea el negro. Gritaban, silenciosas, las conciencias con
los dedos cruzados.
El telón se
abrió y el portavoz anunció en latín el nombre del nuevo pastor, el mundo
entero no entendió un carajo de quien se trataba: Qué, quién, qué, qué, quién,
qué, quién, no, no es el negro, no el negro no, corrían contagiosos los murmullos
por la plaza San Pedro, entonces el portavoz repitió:
-Habemmus
Boludum, Jorgelium Bergoglium sancti romani oh yeha. Y la
humanidad vio la luz.
La luz blanca que lentamente iba asomándose por el alto balcón, era el atuendo reluciente del nuevo representante de Cristo en la tierra que pacíficamente saludaba a su rebaño congregado en felicidad para darle la bienvenida.
La luz blanca que lentamente iba asomándose por el alto balcón, era el atuendo reluciente del nuevo representante de Cristo en la tierra que pacíficamente saludaba a su rebaño congregado en felicidad para darle la bienvenida.
El mundo
espera oír su dulce voz, el primer saludo, una reflexión, la primera bendición
y el pueblo cayó y escuchó:
-Semo fori, es un giorno tristísmo. -silencio
universal- y una mueca de risa en la cara al final de las palabras, hizo presumir
que se trataba de un chiste y el mundo sonrió.
El nuevo Director
Técnico de la Fe Católica Mundial, es argentino.
La noticia
ya está dando sus réplicas en el mundo entero: Un éxodo de cristianos chilenos
se está convirtiendo al hinduismo; Uruguay niega que Bergoglio sea argentino y
dice tener pruebas que ha nacido en un barrio marginal de Punta del Este.
Alemania y Francia exigen un ballotage y, la Iglesia Universal de Brasil dice
que el nuevo Papa no garantiza que el mundo pare de sufrir. El primer ministro
del Reino Unido también se ha pronunciado al respecto manifestando que la
elección es válida, pero que no va reconocer la soberanía del Vaticano sobre el
territorio de la Santa Sede y, en un sentido similar las autoridades del gobierno
venezolano manifestaron que el único Papa legítimo vive en los restos
embalsamados de Hugo Chávez.
Millones de
personas no salen de su asombro por la elección de un Pontífice sudaca, excepto
en un país, en Argentina.
Los medios
de prensa argentinos reconocieron que ya sabían con anterioridad quién sería
electo, según ellos, se trataba de "un resultado
cantado”, no había dudas quien era el mejor del mundo para ocupar el trono
de San Pedro, aunque también reconocieron que sentían preocupación por un
supuesto “arreglo”, “hubiera sido un fraude ecuménico sino era electo Bergoglio”
predecía la prensa especializada, pero, por suerte, la providencia nunca se
equivoca y la votación ha sido transparente y la justicia divina, y en
Argentina, por estas horas celebran, entre pitos y sotanas, cambiando espejitos por crucifijos de colores, el carnaval de la Fe.
3 comentarios:
Ay limon! Te arrancaron verde a vos... Pero como me divierto con tu sarcasmo!!:D
muy muy bueno
jajajaja que bueno cabeza de melonaso ACS
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